Rebelión Planetaria

En la granja de los animales

Cada animal trabaja por el bien común.

No porque alguien se lo dice, sino porque cree en ello.

En la granja humana ahora

Cada humano trabaja por el bien común.

No porque alguien se lo dice, sino porque cree en ello.

A veces el humano se queda parado

y no sabe que cosechar: ¿de donde viene este manjar caro, que he comprado desde el océano, al otro lado?
¿De que me sirve estar parado

si el agua con la que me estoy duchando

me la está enviando otro ser humano, trabajando?
¿Cómo puedo contribuir yo, a que el otro humano esté bien?

No es un intercambio directo, lo entiendo.

¿Pero mi ayuda es monetizable, en términos de “no voy a..”?
¿Se me puede pagar, por no hacer?
Por no moverme, consumir lo necesario,

influir sutilmente en las conciencias con mi estilo de vida y con el “ejemplo”.

¿Puede mi entusiasmo crear un mundo más verde, y así ganar todos?

¿Esto, puede darme de comer?

¿Y las otras especies, mientras tanto, sólo se quedan mirando?

(Sigue..)